domingo, 29 de mayo de 2016

EL BOSQUE DE LOS SORTILEGIOS (EPISODIO #166)


— ¡Nos van a matar! —sorprendía mi compañera, volteándose por vez primera.
— Calma, mantengamos la calma, ellas perciben nuestro miedo.
— ¡Es que nos están cercando para asesinarnos!
Por desgracia estaba en lo cierto, poco a poco nos iban asediando, como una cuerda macabra que a paso constante se iba cerrando para ahorcarnos. Encima el zumbido se hacía muy incómodo y molesto. Esas abejas estaban frenéticas de rabia. Sus aguijones eran carniceros. Tal vez habíamos invadido su territorio. El caballo no avanzaba, pero cabeceaba para todos lados. Apenas se oían sus relinchos, y eso que hasta el hartazgo los estaba lanzando. En ese ínterin reaparecía Erchudichu, como un ángel guardián descendía desde el cielo ennegrecido para meterse en nuestro círculo sangriento. Nosotros lo observábamos, incrédulos. ¡Santo universo, comenzaba a girar alrededor nuestro! Demoraba cuatro segundos en completar el giro. Los había contado. Milagrosamente las abejas asesinas detenían su avance cruento. Parecíamos la Tierra y el zángano nuestro satélite bueno, evitando el impacto de un asteroide gigantesco.